Parcela de dimensiones generosas en Miami Platja.
La disposición en esquina de la parcela favorece la ubicación del programa.
Decidimos disponer el programa en tres alas.
Una acoge la zona de día. Otra de la zona de noche.
Otra el garaje, servicios e instalaciones.
Tras la última un pequeño patio de servicio.
Las dos primeras recogen el jardín privado.
Bien orientado respecto al sol, protegido de vientos dominantes.
La fachada a calle principal se retranquea para marcar la entrada porticada.
Una gran cubierta de tejas con alero unifica todo el conjunto.
Creamos espacios intermedios de transición entre jardín y vivienda.
Casa luminosa con generosos huecos, donde entra la luz tamizada.
Buscamos serenidad, un lugar donde relajarse.
Una casa en contacto con el terreno natural.
Nada de artificio ni estridencias.
Recuerdo aquella puerta enrejada que marcaba "Silencio" en su dintel.
Uno de los atractivos del lugar.
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