Unos amigos nos confían el diseño de su casa.
Queremos hacerlo todo.
Espacios con diferentes alturas libres, marcando el carácter de las estancias.
Una altura para el garaje,
otra para el ingreso,
otra para el estar,
otra para el comedor,
otra para la cocina,
otras, variables, bajo las cubiertas inclinadas...
Creamos semiplantas,
un recorrido interno, a lo Corbusier, en espiral, las une
y nos conduce desde el ingreso rodado, la gruta,
hasta el estudio mirador, comunicado visualmente con el ingreso peatonal, la sala y el mar.
El paseo se cierra, se abre, se comprime y descomprime a lo largo de su desarrollo,
una secuencia de sensaciones diversas.
También creamos espacios para el reposo,
para el aislamiento a veces requerido en todas las relaciones,
lugares para relajarse,
bañeras inundadas de luz,
espacios de proporción vertical similar a las termas,
un lujo de espacio,
con pocos recursos.
Un espacio central calentado por el hogar a lo Wrigth e iluminado cenitalmente por reflexión de la luz dorada y misteriosa del atardecer sobre el plano inclinado de la cubierta.
Imaginamos a la familia en este escenario con esa riqueza de todo con tan poca cosa. Esperamos que sean felices.
Es el objetivo de la Arquitectura.
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